Blog creado por neonatólogos y enfermeras de la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

lunes, 11 de marzo de 2019

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL RECIÉN NACIDO: ASÍ SERÁ TU BEBÉ





¿Cómo te imaginas a tu recién nacido? Y si ya lo has visto, ¿fue muy diferente de cómo lo imaginabas?
Cada bebé recién nacido es único, cada uno tiene sus propias peculiaridades: morenos, rubios, con más o menos cabello, delgados o más rellenitos...
Pero sin duda, todos los recién nacidos a término (a partir de la semana 37 de gestación) comparten  unas características comunes. Aquí te vamos a mostrar cuáles son las principales, para que el momento en que veas por primera vez a tu bebé puedas disfrutarlo como se merece, y no lo vivas como un acontecimiento estresante por ciertas cosas que son normales y a ti puedan no parecértelo.

Proporciones: El recién nacido es macrocéfalo por naturaleza. Esto significa que la cabeza es significativamente más grande que el cuerpo, y puede incluso parecer asimétrica dependiendo de la posición que tuviese el feto dentro del útero. Es una característica normal. Además, en su cabeza puede tener alguna irregularidad como el caput o el cefalohematoma que te contábamos en esta entrada. Una peculiaridad de la cabeza del recién nacido es la presencia de las fontanelas. Son debidas a la separación de los huesos de su cráneo, y son necesarias para el desarrollo y crecimiento de su cerebro. Se pueden palpar sin hacerle ningún daño. La más grande, ubicada hacia el frente de la cabeza, tiene forma de diamante, es la fontanela mayor, que se cerrará entre los 9 y los 18 meses de edad de tu bebé. Más atrás, hay una fontanela más pequeña y de forma triangular, la fontanela menor. Quizá ésta ya esté cerrada en el momento del nacimiento. Si no es así, lo hará entre el primer y segundo mes de vida.



También puede parecerte que tu bebé tenga las extremidades cortas en relación al tronco, y así es realmente. A esto se le llama braquitipia. Las piernas y los pies pueden estar curvados hacia adentro, debido a la posicion fetal. Suelen cruzar las piernas firmemente sobre el abdomen en las primeras horas o días de vida, imitando su posición en el interior del útero materno.

Además, el recién nacido suele tener el abdomen ligeramente abultado, debido a que sus vísceras, aún en desarrollo, están muy abultadas. A esto le llamamos en medicina visceromegalia.

Piel y coloración: Nada más nacer, tu bebé puede presentar una coloración azulada, que irá cambiando a rosada en los primeros minutos, en cuanto se establezca la respiración pulmonar. A veces esta coloración es especialmente llamativa, sobre todo en la cara si el bebé tenía alrededor del cuello una vuelta de cordón enrollada. No te asustes. Como te decimos, en unos minutos el color habrá cambiado por completo. En el caso de vueltas de cordón muy apretadas, pueden permanecer en la carita de tu bebé unas manchas moradas, de mayor o menor extensión, o unos puntitos en la frente y mejillas. Tardarán horas o días en desaparecer, pero finalmente se irán. Son debidas a la congestión producida por ese "collar" apretado que tenía alrededor del cuello.
Tu bebé presentará casi con seguridad acrocianosis.  Sus manos y pies conservarán un color ligeramente amoratado o azulado durante las primeras horas tras el nacimiento, aunque el resto de su cuerpo ya presente una coloración rosada, sobre todo si se encuentra en un ambiente no lo suficientemente cálido. Del mismo modo, debido al frío, puede verse que la piel aparece reticulada, es decir, con cambios de color o matiz que recuerdan a un panal de miel por su forma.  Es debido a la inestabilidad normal de la circulación de la sangre en la superficie de la piel. Cuando la circulación sistémica alcance su total normalidad, estas condiciones desaparecerán.




Su cuerpo puede estar cubierto en mayor o menor medida por una sustancia blanquecina o grisácea muy grasa, llamada vérnix caseosa. Se acumula sobre todo en la espalda y los pliegues de las extremidades. Ésta ha sido la protección de su piel para el medio líquido en el que ha estado sumergido, además de protegerla de la deshidratación. Su producción empieza alrecedor de la semana 20 y comienza a ser más lenta a partir de la 36. Es por ello que los nacidos antes de esta semana pueden presentar más vérnix que los nacidos a término. Sirve de ayuda a que el feto se deslice mejor por el canal del parto, y tras el nacimiento, hace de barrera frente a posibles infecciones. Es importante no retirarla, sino esperar a que su piel la absorba con el paso de las horas, como si de una loción se tratase. La vérnix ayudará a que tu bebé mantenga la temperatura en los primeros momentos tras el parto. El conocimiento de todas estas propiedades ha contribuido a que no bañemos a los bebés hasta pasadas al menos 24h desde su nacimiento.



Su cuerpo también puede estar cubierto de un vello muy fino, llamado lanugo, que se reparte sobre todo en brazos, piernas y espalda. Al igual que la vérnix irá desapareciendo poco a poco.




Tu bebé puede presentar también la llamada mancha de Baltz, pues es la mancha que aparece con más frecuencia en el recién nacido. Es una mancha oscura de color azul grisáceo que se extiende por la parte inferior de la espalda y en los glúteos, aunque a veces también aparece en hombros, brazos o piernas (en este caso se le añade el adjetivo de aberrante). Su tamaño varía entre uno y diez centímetros, y tiene bordes irregulares. Es muy frecuente en los bebés de raza asiática (hay quien la conoce como mancha mongólica por esto) o negra. Es más común en los niños con tono más moreno de piel. Se debe a la acumulación de melanocitos, las células que le dan color a nuestra piel. Es totalmente benigna. Si tu bebé nace con ella, verás que alrededor de los dos años su color se acentúa para después comenzar a desaparecer. Pocos son los adolescentes que la conservan y es muy raro que la presente un adulto.




Si es un bebé muy maduro, de más de 40 semanas de gestación, la capa más superficial de su piel puede parecer escamada. Verás como, con el paso de los días, tu bebé se irá "pelando" y eliminando todos esos "pellejitos", sobre todo en manos y pies. En aproximadamente dos o tres semanas habrá finalizado este proceso.
Los hemangiomas planos son manchas rojas que se deben a la agrupación de vasos sanguíneos ensanchados en la piel, y que se dan con cierta frecuencia en los recién nacidos. Suelen aparecer alrededor de la nariz, en los párpados y en el occipucio. Desaparecen con el tiempo, generalmente hacia el primer año de vida o más tarde y hasta ese momento podrás observarlos con un color más intenso cuando tu bebé llore. 
Y hablando de la piel, aunque no esté presente en el momento del nacimiento, nos gustaría también hablarte del millium sebáceo facial, porque puede aparecer a los pocos días de vida. Se trata de unas pequeñas pápulas, de color blanco perlado o amarillento, que se presentan comúnmente sobre nariz, mejillas, frente y barbilla, pero también pueden aparecer incluso en el interior de la boca, en cuyo caso reciben otro nombre (Perlas de Epstein). No pican, duelen ni escuecen y no requieren tratamiento. Son debidas a acúmulos de queratina, que han quedado atrapados en pequeñas cavidades de la superficie de la piel. Te lo contamos porque aparecen en el 40% de los bebés a los pocos días de nacer. Suelen desaparecer de forma espontánea en pocas semanas, aunque se han descrito casos en niños que los han mantenido hasta los cuatro meses, si han aparecido en zonas más sensibles, como los ojos o la boca.



De forma un poco más frecuente, en la mitad de los recién nacidos, puede aparecer también la entidad conocida como eritema tóxico. Te lo contamos aquí porque suele aparecer en las primeras horas de vida, o después del primer día. Se trata en esta ocasión de una erupción maculopapular, con pequeñas protuberancias de color amarillo o blanco circundada por una piel enrojecida. Puede haber pocas o bien acúmulos de varias de ellas. Aparecen por lo general en tronco y extremidades. Tiene la peculiaridad de que en cuestión de horas o días puede cambiar su localización, apareciendo y desapareciendo en diferentes áreas. Es totalmente benigno y generalmente desaparece en unas dos semanas, sin necesidad de tratamiento.  



Otra alteración de la piel que podéis encontrar es la Melanosis pustulosa neonatal transitoria, que son pequeñas pústulas superficiales que se rompen con mucha facilidad y que dejan un collarete de descamación fina y manchas hiperpigmentadas. Sobre todo sale en palmas, plantas, genitales y cuero cabelludo. Las pústulas se mantienen unos dos días pero las manchas pueden durar meses.




 Genitales: Es muy frecuente que el recién nacido varón presente fimosis. Tu pediatra de referencia te irá diciendo cómo hay que tratarlo, pero ya te anticipamos que no hay que manipular la fimosis en los primeros meses de vida. También es posible la presencia de hidrocele, que no es más que la acumulación de líquido en la bolsa escrotal. En la mayoría de los casos el hidrocele se resuelve por sí mismo en 3 a 6 meses.
En las niñas, es muy común que la vulva esté un poco inflamada y de color rojo oscuro. Los labios mayores se presentan hinchados. Pueden tener secrección mucosa o flujo, e incluso puede ser que tengan una pequeña menstruación, debido a la estimulación hormonal provocada por su madre durante el embarazo. Es totalmente normal y no necesita tratamiento.
Esta estimulación hormonal puede hacer que tanto mujeres como varones presenten un abultamiento de las mamas, llamado ingurgitación mamaria y puede observarse una pequeña hinchazón que puede ser asimétrica y de color ligeramente rojizo. Suele desaparecer durante las primeras semanas de vida. Contrario a lo que se pueda pensar, no hay que apretarlos ni masajearlos, pues no desaparecerán antes por llevar a cabo esta práctica, y puede provocar infecciones tipo mastitis.

Cara: Los bebés suelen llegar al mundo con la cara muy hinchada, debido al acúmulo de líquido y el paso a través del canal del parto. Podrás observar que las fotografías que le hagas durante las primeras horas difieren mucho de las que tomes días después.
Sus párpados generalmente estarán hinchados, y a veces no les permiten abrir bien los ojos, pero en la mayoría de los casos el bebé mostrará apertura ocular desde los primeros minutos de vida. Si el expulsivo ha sido complicado, pueden presentar una leve hemorragia en la conjuntiva (parte blanca del ojo), que desaparecerá en pocos días.  Cuando los abra, podrás observar que tienen un color gris o azulado, pero la pigmentación completa del iris no se alcanzará hasta los 3 o los 6 meses, por lo que no podrás saber cuál será su coloración real hasta ese momento.
Su nariz o sus orejas pueden aparecer deformadas o dobladas, debido a la postura que tuviese en el útero materno. Con el paso de los días, recuperarán su aspecto original.
Su boca puede presentar las llamadas Perlas de Epstein,  que se sitúan sobre todo en el paladar o sobre las encías, pareciendo futuros dientes que están por salir. Son muy comunes, afectan a cuatro de cada cinco niños. Son bultitos blancos de entre 1 y 3 milímetros, que están llenos de proteínas. Es una afección que no produce dolor y es totalemente benigna, no requiere tratamiento. Es la variante del millium facial del que te hablábamos más arriba.



Ahora que ya conoces cómo puede ser el aspecto normal de tu bebé tras el nacimiento, esperamos que puedas disfrutar de ese momento tan importante con total tranquilidad. Porque, sin duda, lo recordarás durante el resto de tu vida.











lunes, 4 de marzo de 2019

CAPUT Y CEFALOHEMATOMA: ¿POR QUÉ MI BEBÉ HA NACIDO CON LA CABEZA ASÍ?


En esta ocasión os vamos a hablar de dos entidades muy conocidas que se dan en el recién nacido en los primeros momentos del postparto y que en ocasiones alertan mucho por la deformidad craneal que producen. Aquí os contamos las diferencias y sobre todo os transmitimos tranquilidad porque son lesiones que habitualmente no tienen ninguna complicación y se resuelven con el paso del tiempo. Hablamos del caput y del cefalohematoma.  

 CAPUT: Corresponde al edema de cuero cabelludo producido por la acumulación de líquido subcutáneo extraperióstico (esto es, por fuera de la membrana que recubre el hueso craneal) y que en ocasiones podría ser hemorrágico. Se produce por la presión del trabajo de parto. Se extiende sobre las líneas de sutura (líneas donde se juntan dos huesos craneales) y puede ser extenso. Sus márgenes están mal definidos y generalmente se sitúa sobre la región del cuero cabelludo que apoyaba en la pelvis materna (presentación) y suele asociarse a moldeamiento craneal (“cabeza con forma de pepino”). La lesión es autolimitada, es decir, se resuelve espontáneamente en un tiempo, y no deja secuelas.
El caput succedaneum por vacío tiene márgenes bien delimitados y se produce por la presión negativa ejercida por la ventosa.




 CEFALOHEMATOMA: Acumulación de sangre bajo el periostio causada por la rotura de las venas superficiales situadas entre el cráneo y el periostio. La lesión no sobrepasa las líneas de sutura. Es un fenómeno que puede ocurrir en un parto normal, aunque es más frecuente en un parto instrumental con fórceps o ventosa. No requiere tratamiento y en general evoluciona favorablemente, aunque a veces puede contener gran cantidad de sangre, lo que produce anemia y aumento de la bilirrubina en sangre (ictericia).




Así que ya sabéis, si cuando veáis a vuestro bebé por primera vez su cabecita está un poco deformada... ¡no os agobiéis y seguid disfrutanto de un momento tan único y maravilloso!