Blog creado por neonatólogos y enfermeras de la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

domingo, 15 de diciembre de 2019

BRONQUIOLITIS, QUÉ DEBES SABER SOBRE ELLA




El mal tiempo llegó, y con él, la temida bronquiolitis. 
Seguro que más de una vez has escuchado esta palabra, o conoces a algún niño que la ha padecido.

¿Qué es la bronquiolitis?

Es una enfermedad que afecta principalmente a los niños menores de dos años (unos 100.000 episodios en España cada año en menores de 24 meses), y se trata de la principal causa de ingreso en las unidades de pediatría. Se estima que, aproximadamente, un 20 por ciento de los niños tendrá un episodio de bronquiolitis en su primer año de vida. Su pico de incidencia se produce entre los 2 y los 6 meses de edad. Si esta infección se produce durante la etapa neonatal, las probabilidades de ingreso son aún mayores. Por eso debemos extremar las precauciones para evitar el contagio de los más pequeños en la medida de lo posible.

¿Qué es lo que causa la bronquiolitis?

En la inmensa mayoría de los casos, el agente causal de la bronquiolitis es un virus. Y se conoce que casi siempre se trata del mismo, el Virus Respitarorio Sincitial (VRS). Otros virus causantes podrían ser Adenovirus, Influenza... Su presencia provoca congestión e inflamación de las vías respiratorias en su tramo más estrecho, los bronquiolos, lo que produce un aumento de moco que los obstruye.

¿Cómo se produce el contagio?

El contagio se produce a través de la mucosidad o saliva de una persona infectada. Cabe recordar que la infección con este virus de un niño mayor o persona adulta cursa con un resfriado común.
Se puede contraer a través de las gotitas en el aire cuando alguien enfermo tose, estornuda o habla. También se puede contraer al tocar objetos compartidos, como utensilios, toallas o juguetes, y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca.
El principal problema deriva de la gran facilidad de contagio, siendo muy fácil la propagación en guarderías, hospitales... y en general en los espacios donde pueda producirse hacinamiento.
Así pues podríamos decir que acudir a guarderías o tener hermanos en edad escolar son factores de riesgo para contraer una bronquiolitis.

¿Cuáles son los primeros síntomas?

Si nos centramos en los neonatos, los síntomas de dificultad respiratoria podrían ser reconocidos por sus padres, que deberían acudir con el bebé al centro de salud en cuanto comenzasen a notarlos. Podrían ser:
- El bebé respira más deprisa.
- Se pueden escuchar ruidos durante la respiración del niño, sobre todo silbidos o ruidos de secreciones.
- Parece que le cuesta respirar. Esto hace que utilice músculos que normalmente no se utilizan en la respiración, haciendo que se marque el borde de las costillas e incluso se deja ver la silueta costal, porque los músculos que hay alrededor de las costillas se hunden. A esto le llamamos tiraje.
 - Sus fosas nasales se ensanchan y vuelven a cerrar con cada respiración, lo que conocemos como aleteo nasal.
 - Tos, que suele ser productiva (escuchamos cómo se mueven las flemas).
-  Mucosidad nasal, nariz congestionada.
- A veces puede observarse cierta coloración azulada, sobre todo alrededor de la boca, lo que indicaría que quizá el oxígeno no se está distribuyendo adecuadamente.

Además de los síntomas respiratorios, la bronquiolitis puede presentarse con otros síntomas, propios de las infecciones en el período neonatal.
- Puede haber fiebre, aunque durante el período neonatal no siempre ocurre, aunque tengan infección.
- Fatiga, percibida sobre todo durante las tomas.
- Vómitos tras las tomas, muchas veces acompañados de flemas.
- Falta de apetito en un neonato que previamente tomaba bien.

¿Existen factores que agravan la bronquiolitis?
No todas las broquiolitis cursan de igual manera. En ocasiones además, algunos aspectos pueden agravar el curso de la enfermedad, por ejemplo:

- Niños expuestos al humo del tabaco, siendo este un factor evitable. NUNCA HAY QUE EXPONER A UN BEBÉ AL HUMO DEL TABACO.
- Niños menores de 6 meses.
- Niños que nacieron de forma prematura (antes de la semana 37).
- Niños con un sistema inmunitario debilitado.
- Niños con afección cardíaca o pulmonar, diagnosticada o no al inicio del cuadro.
- Niños que viven en condiciones de hacinamiento.

¿Se puede prevenir la bronquiolitis? 

Si bien a veces no es posible su prevención,  hay varios consejos que son fundamentales.
- El primero y más importante es la higiene de manos. El VRS que mencionábamos más arriba, se transmite principalmente por contacto. Esto es, que una persona infectada toque al bebé sano.
- Si acabas de tener un recién nacido, intenta que las visitas en el hospital y en casa sean las menos posibles y sobre todo, evita el contacto con personas que pudieran tener un infección de las vías respiratorias por banal que parezca, aunque hayan hecho una correcta higiene de manos. Hay que evitar también los besos, puesto que el virus vive principalmente en la saliva y otros fluidos orgánicos. Hay algunas personas que les besan en las manos para no hacerlo en la cara, pensando que así no contagiarán al bebé. Los bebés pequeños se meten las manos en la boca, entrando en contacto así con la saliva de la persona que le besó. "Si me quieres, no me beses". Si son los propios padres los que están resfriados, se recomienda cubrirse al toser o estornudar cerca del bebé y extremar la higiene de manos. Las soluciones hidroalcohólicas hoy en día están a la venta en cualquier gran superficie, y son muy útiles cuando los bebés son muy pequeños, sobre todo si fueron prematuros al nacer. Desde Nacer en Alcalá te animamos a que enseñes a tus hijos mayores a lavarse correctamente las manos y aplicarse solución antes de acercarse a su hermanita/o. Los niños aprenden muy rápido y te evitará más de un disgusto.
- Como hemos dicho ya, evitar siempre que el niño respire en lugares donde alguien está fumando o donde se ha fumado con anterioridad.
- Ventilar a diario la/s habitación/habitaciones donde se encuentra habitualmente el niño. A veces tenemos la creencia de que salir a la calle perjudicará a un bebé si hace mucho frío, pero respirar aire limpio siempre es beneficioso. Tiene más riesgo de contagio que el bebé se encuentre en lugares sin una ventilación adecuada, donde el virus puede "campar" a sus anchas.
- Limpiar y desinfectar superficies y utensilios que están en contacto directo con el bebé.
- La lactancia materna, como siempre, actúa de factor protector de infecciones, aunque los niños que tomen pecho también se ven afectados por la bronquiolitis.

¿Cuál es el tratamiento frente a la bronquiolitis?

No existe un tratamiento frente a la bronquiolitis. Lo que se hace es tratar los síntomas hasta que éstos desaparecen. Los procedimientos van desde un simple lavado nasal en el domicilio hasta la necesidad de un respirador en los casos más graves. Tu pediatra o enfermera de referencia te dará las mejores recomendaciones de acuerdo al estado de tu bebé, como por ejemplo limitar las tomas si el bebé se cansa, dándole de comer menos cantidad pero de forma más frecuente. También te enseñará a realizar el lavado nasal de la manera correcta, y a valorar cuando es necesario. Nos consta que muchos padres optan por los "aspiradores de mocos" como un utensilio de uso habitual, y desde aquí aprovechamos para desaconsejarlos: aspirar una secrección que no se ha producido en exceso deja la mucosa seca y, por lo tanto, tenderá a hiperproducir mucosidad, por lo que conseguiremos el efecto contrario.
Atiende siempre a las recomendaciones de tu pediatra o enfermera de pediatría, ellos se han formado mucho en la materia y te darán los mejores consejos.

¿Cómo se diagnostica la bronquiolitis?
En todos los hospitales y Centros de Salud de la Comunidad de Madrid se está llevando una campaña de información sobre la bronquiolitis y se está intentando actuar de la misma manera en todos los centros. Se puede ver esta información en carteles: 

1. El diagnóstico de la bronquiolitis se realiza por los síntomas y signos que presenta el paciente. No es necesario solicitar pruebas complementarias.
2.No se deben realizar radiografías de tórax de forma rutinaria.
3.No se deben realizar análisis de sangre de forma rutinaria.
4.La determinación del virus en el moco nasal no ayuda para decidir el tratamiento o los cuidados en los pacientes con bronquiolitis.
5.La bronquiolitis no se trata con antibióticos.
6.De forma general, no se deben utilizar jarabes para la tos, mucolíticos o descongestionantes nasales.
7.No hay evidencia científica de que la bronquiolitis mejore con fármacos como salbutamol o adrenalina o con suero salino hipertónico inhalado.
8.No hay evidencia científica de que los corticoides orales, inyectados o inhalados sean efectivos en la bronquiolitis.

¿Existe la vacuna frente al VRS? 

No, todavía no existe ninguna ninguna vacuna que proteja contra el VRS aunque se está trabajando en ello desde hace muchos años.
Existe un anticuerpo monoclonal llamado palivizumab, que actúa específicamente contra el virus respiratorio sincitial (VRS) y está indicado para la prevención de la infección por dicho virus. No se administra de forma rutinaria sino que existe un protocolo muy estricto para su administración. Sólo los recién nacidos que cumplen ciertas condiciones de prematuridad y los que presentan alto riesgo, como los niños que presentan cardiopatías complejas por ejemplo, son susceptibles de entrar en dicho protocolo.

Ahora ya sabes algo más sobre la famosa bronquiolitis. Desde aquí nos conformamos con que hayas interiorizado la importancia que la higiene de manos tiene en su prevención.  Te agradecemos que compartas esta entrada si piensas que puede resultar útil para alguien. Como sabéis, la finalidad de este blog es únicamente esa, ayudaros en el cuidado de vuestro bebé en las primera semanas de su vida.