Blog creado por neonatólogos y enfermeras de la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

jueves, 4 de abril de 2019

TETANALGESIA Y SUS VARIANTES: LA PUNCIÓN INDOLORA EN EL NEONATO ES POSIBLE



¿Cuántas veces no has pensado, tras ver sufrir a tu bebé, que te cambiarías por él? ¿Alguna vez has preferido no ver cómo le pinchan, para evitar el sufrimiento?

Hoy te hablamos de un procedimiento muy sencillo que, realizado de manera correcta, alivia casi por completo el estrés y el dolor al que se somete a un bebé durante una punción. Hablamos de la tetanalgesia.
Puedes ver un vídeo demostrativo si pinchas aquí.

El término fue creado por los pediatras M. Merino Moína y J. Bravo Acuña, que elaboraron un interesante artículo que explica lo que significa esta palabra hasta entonces inexistente. Ambos trabajaban en el Centro de Salud El Greco de Getafe (Madrid). Puedes leerlo aquí.

Tetanalgesia hace referencia a la utilización de la lactancia materna como método no farmacológico de control del dolor en el lactante y niño pequeño, mientras es sometido a un procedimiento que a priori resulta doloroso (hablamos, eso sí, de un dolor "menor", en ningún caso sustituye a una anestesia).

Aunque pueda parecer una técnica moderna, lo cierto es que las madres que dan el pecho han sido conscientes desde hace siglos de las propiedades naturales que conlleva el amamantamiento. Siempre se ha sabido que la lactancia materna tiene un efecto reconfortante y balsámico para el bebé, además de proporcionarle alimento. La lactancia es muy utilizada para calmar a un bebé que llora, bien porque se siente solo, porque está angustiado... e incluso, en niños más mayores, como "analgésico" tras una caída, un golpe o cualquier otro disgusto.  El calor materno, el olor, la protección que le otorgan sus brazos y el sabor de esa sustancia dulce en la boca son los que constituyen al éxito de esta técnica. Eso sí, hay que tener en cuenta que su eficacia es mayor cuanto más pequeño es el niño, disminuyendo sus efectos conforme el mismo crece.

¿Cómo se lleva a cabo la tetanalgesia?

¡Es muy sencillo! Tan solo hay que poner al bebé al pecho de su madre antes de comenzar a realizar la técnica dolorosa. Hemos de esperar a que el bebé esté mamando de forma activa para realizar el procedimiento molesto. Esto es muy importante: si el bebé está dormido, la punción le despertará y llorará. Si está con el pezón en la boca, pero no está mamando, ocurrirá algo similar. Sin embargo, si esperamos a que la succión sea continua, podremos pincharle sin miedo a hacerle daño, porque la concentración a la que estará sometido hará que apenas lo note, y siga tomando el pecho como si nada. Aunque se trate de una técnica que requiera varios minutos de duración, el bebé estará tan cómodo tomando el pecho de su madre, que apenas notará nuestras manipulaciones.

¿Tiene otros beneficios? 

Además de la gran ventaja de alivio del dolor para el bebé, este procedimiento tiene otros beneficios. Para la madre, otorga la sensación de servir de ayuda y consuelo para su hijo, además de reforzar la lactancia materna. Para los profesionales, les reconforta el darse cuenta de que pueden contribuir al alivio del sufrimiento en el niño pequeño, además de ayudar en el refuerzo de la lactancia materna que se lleva a cabo con la madre.

¿Y si la madre no da el pecho? 

Si la lactancia materna no ha sido posible o si decidiste desde el principio que le darías biberón a tu bebé, no te preocupes. Existe un procedimiento similar que utiliza una tetina en vez del pezón. Se llama succión no nutritiva con sacarosa.
La técnica consiste en colocar al recién nacido en el regazo de su madre o bien en una cuna. En el primer caso se beneficiará también de la contención, el calor y el olor de su progenitora. Introducimos en su boca un chupete o tetina impregnado con una solución de sacarosa preparada para tal fin. Aunque algunos autores describen que la sacarosa podría administrarse con jeringa, parece haberse encontrado mejores resultados cuando se utiliza unida al chupete, porque potencia el efecto calmante que de por sí se le atribuye. No se ha concluido que mayores concentraciones de sacarosa tengan mayor efecto analgésico.
Al igual que con la tetanalgesia, deberemos esperar a que la succión sea vigorosa y mantenida. En ese punto realizaremos la punción. Debemos advertir a la madre que debe sujetar la tetina o chupete, porque el bebé con sus succiones podría hacer que se le cayese involuntariamente.
Esta técnica también se lleva a cabo en recién nacidos prematuros que aún no pueden amamantar, o cuyas circunstancias impiden que pueda ser arrullado por su madre.

Desde nuestro blog os animamos a proponer a vuestro profesional de la salud el uso de estos procedimientos cuando tenga que realizar una técnica dolorosa a vuestro bebé. A veces la vergüenza nos hace quedarnos callados viendo sufrir al niño, sabiendo que pudimos haberlo evitado. Si bien es cierto que con la edad los efectos disminuyen, podemos aliviar el dolor de nuestros hijos durante muchos meses y, ¿acaso no es eso lo que buscamos de forma repetida durante toda su infancia?