Blog creado por neonatólogos y enfermeras de la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

domingo, 15 de diciembre de 2019

BRONQUIOLITIS, QUÉ DEBES SABER SOBRE ELLA




El mal tiempo llegó, y con él, la temida bronquiolitis. 
Seguro que más de una vez has escuchado esta palabra, o conoces a algún niño que la ha padecido.

¿Qué es la bronquiolitis?

Es una enfermedad que afecta principalmente a los niños menores de dos años (unos 100.000 episodios en España cada año en menores de 24 meses), y se trata de la principal causa de ingreso en las unidades de pediatría. Se estima que, aproximadamente, un 20 por ciento de los niños tendrá un episodio de bronquiolitis en su primer año de vida. Su pico de incidencia se produce entre los 2 y los 6 meses de edad. Si esta infección se produce durante la etapa neonatal, las probabilidades de ingreso son aún mayores. Por eso debemos extremar las precauciones para evitar el contagio de los más pequeños en la medida de lo posible.

¿Qué es lo que causa la bronquiolitis?

En la inmensa mayoría de los casos, el agente causal de la bronquiolitis es un virus. Y se conoce que casi siempre se trata del mismo, el Virus Respitarorio Sincitial (VRS). Otros virus causantes podrían ser Adenovirus, Influenza... Su presencia provoca congestión e inflamación de las vías respiratorias en su tramo más estrecho, los bronquiolos, lo que produce un aumento de moco que los obstruye.

¿Cómo se produce el contagio?

El contagio se produce a través de la mucosidad o saliva de una persona infectada. Cabe recordar que la infección con este virus de un niño mayor o persona adulta cursa con un resfriado común.
Se puede contraer a través de las gotitas en el aire cuando alguien enfermo tose, estornuda o habla. También se puede contraer al tocar objetos compartidos, como utensilios, toallas o juguetes, y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca.
El principal problema deriva de la gran facilidad de contagio, siendo muy fácil la propagación en guarderías, hospitales... y en general en los espacios donde pueda producirse hacinamiento.
Así pues podríamos decir que acudir a guarderías o tener hermanos en edad escolar son factores de riesgo para contraer una bronquiolitis.

¿Cuáles son los primeros síntomas?

Si nos centramos en los neonatos, los síntomas de dificultad respiratoria podrían ser reconocidos por sus padres, que deberían acudir con el bebé al centro de salud en cuanto comenzasen a notarlos. Podrían ser:
- El bebé respira más deprisa.
- Se pueden escuchar ruidos durante la respiración del niño, sobre todo silbidos o ruidos de secreciones.
- Parece que le cuesta respirar. Esto hace que utilice músculos que normalmente no se utilizan en la respiración, haciendo que se marque el borde de las costillas e incluso se deja ver la silueta costal, porque los músculos que hay alrededor de las costillas se hunden. A esto le llamamos tiraje.
 - Sus fosas nasales se ensanchan y vuelven a cerrar con cada respiración, lo que conocemos como aleteo nasal.
 - Tos, que suele ser productiva (escuchamos cómo se mueven las flemas).
-  Mucosidad nasal, nariz congestionada.
- A veces puede observarse cierta coloración azulada, sobre todo alrededor de la boca, lo que indicaría que quizá el oxígeno no se está distribuyendo adecuadamente.

Además de los síntomas respiratorios, la bronquiolitis puede presentarse con otros síntomas, propios de las infecciones en el período neonatal.
- Puede haber fiebre, aunque durante el período neonatal no siempre ocurre, aunque tengan infección.
- Fatiga, percibida sobre todo durante las tomas.
- Vómitos tras las tomas, muchas veces acompañados de flemas.
- Falta de apetito en un neonato que previamente tomaba bien.

¿Existen factores que agravan la bronquiolitis?
No todas las broquiolitis cursan de igual manera. En ocasiones además, algunos aspectos pueden agravar el curso de la enfermedad, por ejemplo:

- Niños expuestos al humo del tabaco, siendo este un factor evitable. NUNCA HAY QUE EXPONER A UN BEBÉ AL HUMO DEL TABACO.
- Niños menores de 6 meses.
- Niños que nacieron de forma prematura (antes de la semana 37).
- Niños con un sistema inmunitario debilitado.
- Niños con afección cardíaca o pulmonar, diagnosticada o no al inicio del cuadro.
- Niños que viven en condiciones de hacinamiento.

¿Se puede prevenir la bronquiolitis? 

Si bien a veces no es posible su prevención,  hay varios consejos que son fundamentales.
- El primero y más importante es la higiene de manos. El VRS que mencionábamos más arriba, se transmite principalmente por contacto. Esto es, que una persona infectada toque al bebé sano.
- Si acabas de tener un recién nacido, intenta que las visitas en el hospital y en casa sean las menos posibles y sobre todo, evita el contacto con personas que pudieran tener un infección de las vías respiratorias por banal que parezca, aunque hayan hecho una correcta higiene de manos. Hay que evitar también los besos, puesto que el virus vive principalmente en la saliva y otros fluidos orgánicos. Hay algunas personas que les besan en las manos para no hacerlo en la cara, pensando que así no contagiarán al bebé. Los bebés pequeños se meten las manos en la boca, entrando en contacto así con la saliva de la persona que le besó. "Si me quieres, no me beses". Si son los propios padres los que están resfriados, se recomienda cubrirse al toser o estornudar cerca del bebé y extremar la higiene de manos. Las soluciones hidroalcohólicas hoy en día están a la venta en cualquier gran superficie, y son muy útiles cuando los bebés son muy pequeños, sobre todo si fueron prematuros al nacer. Desde Nacer en Alcalá te animamos a que enseñes a tus hijos mayores a lavarse correctamente las manos y aplicarse solución antes de acercarse a su hermanita/o. Los niños aprenden muy rápido y te evitará más de un disgusto.
- Como hemos dicho ya, evitar siempre que el niño respire en lugares donde alguien está fumando o donde se ha fumado con anterioridad.
- Ventilar a diario la/s habitación/habitaciones donde se encuentra habitualmente el niño. A veces tenemos la creencia de que salir a la calle perjudicará a un bebé si hace mucho frío, pero respirar aire limpio siempre es beneficioso. Tiene más riesgo de contagio que el bebé se encuentre en lugares sin una ventilación adecuada, donde el virus puede "campar" a sus anchas.
- Limpiar y desinfectar superficies y utensilios que están en contacto directo con el bebé.
- La lactancia materna, como siempre, actúa de factor protector de infecciones, aunque los niños que tomen pecho también se ven afectados por la bronquiolitis.

¿Cuál es el tratamiento frente a la bronquiolitis?

No existe un tratamiento frente a la bronquiolitis. Lo que se hace es tratar los síntomas hasta que éstos desaparecen. Los procedimientos van desde un simple lavado nasal en el domicilio hasta la necesidad de un respirador en los casos más graves. Tu pediatra o enfermera de referencia te dará las mejores recomendaciones de acuerdo al estado de tu bebé, como por ejemplo limitar las tomas si el bebé se cansa, dándole de comer menos cantidad pero de forma más frecuente. También te enseñará a realizar el lavado nasal de la manera correcta, y a valorar cuando es necesario. Nos consta que muchos padres optan por los "aspiradores de mocos" como un utensilio de uso habitual, y desde aquí aprovechamos para desaconsejarlos: aspirar una secrección que no se ha producido en exceso deja la mucosa seca y, por lo tanto, tenderá a hiperproducir mucosidad, por lo que conseguiremos el efecto contrario.
Atiende siempre a las recomendaciones de tu pediatra o enfermera de pediatría, ellos se han formado mucho en la materia y te darán los mejores consejos.

¿Cómo se diagnostica la bronquiolitis?
En todos los hospitales y Centros de Salud de la Comunidad de Madrid se está llevando una campaña de información sobre la bronquiolitis y se está intentando actuar de la misma manera en todos los centros. Se puede ver esta información en carteles: 

1. El diagnóstico de la bronquiolitis se realiza por los síntomas y signos que presenta el paciente. No es necesario solicitar pruebas complementarias.
2.No se deben realizar radiografías de tórax de forma rutinaria.
3.No se deben realizar análisis de sangre de forma rutinaria.
4.La determinación del virus en el moco nasal no ayuda para decidir el tratamiento o los cuidados en los pacientes con bronquiolitis.
5.La bronquiolitis no se trata con antibióticos.
6.De forma general, no se deben utilizar jarabes para la tos, mucolíticos o descongestionantes nasales.
7.No hay evidencia científica de que la bronquiolitis mejore con fármacos como salbutamol o adrenalina o con suero salino hipertónico inhalado.
8.No hay evidencia científica de que los corticoides orales, inyectados o inhalados sean efectivos en la bronquiolitis.

¿Existe la vacuna frente al VRS? 

No, todavía no existe ninguna ninguna vacuna que proteja contra el VRS aunque se está trabajando en ello desde hace muchos años.
Existe un anticuerpo monoclonal llamado palivizumab, que actúa específicamente contra el virus respiratorio sincitial (VRS) y está indicado para la prevención de la infección por dicho virus. No se administra de forma rutinaria sino que existe un protocolo muy estricto para su administración. Sólo los recién nacidos que cumplen ciertas condiciones de prematuridad y los que presentan alto riesgo, como los niños que presentan cardiopatías complejas por ejemplo, son susceptibles de entrar en dicho protocolo.

Ahora ya sabes algo más sobre la famosa bronquiolitis. Desde aquí nos conformamos con que hayas interiorizado la importancia que la higiene de manos tiene en su prevención.  Te agradecemos que compartas esta entrada si piensas que puede resultar útil para alguien. Como sabéis, la finalidad de este blog es únicamente esa, ayudaros en el cuidado de vuestro bebé en las primera semanas de su vida.



 













martes, 5 de noviembre de 2019

¿CÓMO SABER SI TU BEBÉ ESTÁ COMIENDO LO SUFICIENTE?







Probablemente si le preguntásemos a las madres sobre aquello que más les preocupa, la mayoría responderían que su mayor preocupación es saber si su hijo está comiendo lo suficiente.
Esto que en el caso de la lactancia artificial puede resultar muy obvio (si le ofrezco la cantidad pautada por el pediatra y se toma el biberón entero, no hay duda), suele convertirse en un problema en los bebés alimentados mediante lactancia materna. En este post intentaremos explicar cuáles son esos signos que nos orientan sobre si el bebé está comiendo lo suficiente o si por el contrario es necesaria la valoración por parte de un profesional de la salud. En cualquier caso, si no te sientes segura, jamás dudes en consultar a tu pediatra/neonatólogo. Estos post en ningún caso pretenden sustituir una consulta médica.

1. Vigila las micciones de tu bebé.
Un bebé que está lactando debidamente mojará unos 6-8 pañales al día. Hablamos de bebés que han pasado sus primeras 24-48 horas de vida, en las que la micción puede ser más escasa, debido también a que el calostro, a pesar de ser muy nutritivo, tiene un volumen generalmente escaso. Las micciones además serán claras, y no se apreciarán a simple vista en el pañal. Una orina oscura y escasa puede significar que el bebé necesita más alimento. Del mismo modo, manchas rosadas o anaranjadas en el pañal pueden indicar que la orina está muy concentrada, y por tanto, que el bebé necesita más líquido, más leche en este caso.
2. Tras la toma, el bebé se queda tranquilo y duerme.
Cada bebé tiene un ritmo de sueño diferente, por ello no vamos a decirte que debe dormir 3 horas, ni 2, ni siquiera una hora seguida. Pero desde luego que un niño relajado y satisfecho, terminará la toma y dormirá durante un rato.
3. La curva de peso es ascendente.
Si bien tampoco podemos generalizar sobre cuánto peso debe ganar un bebé a la semana, porque la ganancia ponderal es algo individual de cada niño, la Asociación Española de Pediatría nos marca que la ganancia no debe ser inferior a 20g/día durante las primeras 6 semanas. Además, el peso del nacimiento debe haberse recuperado a los 15 días de vida.
4. Las deposiciones se vuelven color mostaza  
Por lo general, un bebé que se alimenta adecuadamente irá cambiando el color y la consistencia de sus deposiciones. Si bien al principio su color y consistencia se asemejan al alquitrán, con el paso de los días se volverán más verdosas para finalmente llegar a ser amarillas, color mostaza, y con "grumos". Aunque cada bebé tiene un patrón intestinal diferente, por lo general podremos decir que un bebé que entre el 5º y 7º día continúa haciendo deposiciones meconiales, es posible que no se esté nutriendo debidamente.


Además, hay otros signos más "subjetivos" de que el bebé está mamando bien.

- Le escuchas tragar mientras realiza la toma.
- Notas tus pechos más fláccidos cuando el bebé termina de mamar.
- Notas "contracciones" uterinas (hablamos de los primeros días) cuando pones a tu bebé al pecho.
- Al comenzar la toma, las succiones del bebé son cortas y rápidas, y al cabo de unos segundos se vuelven más lentas y profundas. Esto suele ser un síntoma de que la eyección láctea ha comenzado, y el bebé succiona de manera más prolongada para conseguir más leche en cada succión.
Hablamos de que son signos subjetivos porque no todas las madres sienten contracciones, ni flaccidez en los pechos, y no todos los bebés hacen ruido al tragar la leche. Pero en la mayoría de los casos así ocurre.

Quizás dar de mamar siendo observado por un profesional experto en el tema pueda ayudarte. Tu pediatra, matrona o enfermera del centro de salud son profesionales capaces de valorar si una toma está siendo bien realizada, o si el agarre y postura son correctos, permitiéndose así un buen drenaje de leche. Quizás tu bebé necesite tomas más frecuentes, que alguien te enseñe algún "truquito" para despertarle (sí, existen esos bebés llamados con acierto "bellos durmientes")...

Si dudas sobre si tu bebé está recibiendo una cantidad adecuada de leche materna, consulta con tu pediatra. 

Si finalmente tu bebé necesita un suplemento, se procurará siempre que sea tu propia leche extraída la que se le ofrezca tras el pecho. Pero si por cualquier razón no fuese suficiente y hubiese que suplementarle con leche artificial, no te preocupes. Conocemos los beneficios de la leche materna y siempre la recomendamos como primera opción, pero también sabemos que no siempre es posible. Por suerte, las fórmulas artificiales hoy en día están a nuestro alcance y son de absoluta confianza. Ofrecer al bebé una fórmula artificial es una opción igualmente válida, que no debe ser motivo de frustración ni disgusto. Desde @nacerenalcala estamos seguros de que las madres que optan por la lactancia materna hacen todo lo posible para conseguir que el pecho sea el único alimento de sus hijos, pero también debemos decir que nuestra experiencia y nuestro trabajo diario nos han enseñado que a veces no es posible, y aquí estamos para animaros y apoyaros en estas posibles dificultades.

¡Sea cual sea la alimentación de tu hijo/a , sabemos que serás una gran madre!¡Ánimo!

jueves, 18 de julio de 2019

LA POLÉMICA DE LOS SUPLEMENTOS. ¿LO ESTAMOS HACIENDO BIEN?




Es habitual encontrar ciertas discrepancias entre las familias y los profesionales a la hora de indicar suplementos de leche artificial a los recién nacidos.  Nos referimos a esos casos en los que las familias solicitan un suplemento de leche artificial para el bebé y los profesionales consideramos que no está indicado.
Es un tema complejo puesto que en los primeros días de vida en ocasiones existen dificultades para establecer una buena lactancia y esto lleva a las madres a una situación de angustia que puede llegar a ser de difícil manejo y precipitar una situación de desánimo que concluya en el abandono de la lactancia materna.
Lo primero a confirmar aquí es que la hipogalactia verdadera, o sea  el hecho de que la madre tenga poca leche, es un trastorno infrecuente. Dicho esto, podemos ser optimistas a la hora de animar a las madres a que, aunque en los primeros momentos parezca que no "hay leche suficiente", con un poco de paciencia, es muy posible que la lactancia se establezca de manera satisfactoria para madre y recién nacido.
Sabiendo además que cuantas más veces coloquemos al niño al pecho y cuantas más veces éste succione con apetito, más posibilidades de éxito tendrá la lactancia, tenemos que recomendar la lactancia a demanda con seguridad de que es lo más beneficioso para el recién nacido.
Sabiendo también que no todo llanto del recién nacido es sinónimo de hambre ni sinónimo de gases (como te contábamos en este post), sino que el bebé pasa por una fase de adaptación a estímulos en la que sólo el cogerlo y "contenerlo" en nuestros brazos le va a calmar, sabiendo esto, podremos también angustiarnos menos cuando nuestro hijo recién nacido llore.
También hay que conocer que todos los recién nacidos sufren una pérdida de peso que llamamos fisiológica, normal y esperable y que, eso sí,  no debe superar el 10% del peso al nacimiento.

Volviendo al tema inicial, en ocasiones los padres del bebé solicitan un suplemento de leche artificial, a veces en la maternidad o a veces en el centro de salud, y nosotros como profesionales debemos valorar si ese suplemento está indicado médicamente o no,  e informar de los beneficios o de las desventajas de administrar dicho suplemento de leche artificial.
Evidentemente existe una indicación de suplementar, absolutamente respetable e indiscutible, que es la petición familiar, esté o no esté indicado médicamente. Del mismo modo que se respeta la lactancia artificial se debe respetar la lactancia mixta. Simplemente tenemos que asegurarnos de que la familia toma una decisión informada

Las indicaciones médicas para suplementar una lactancia materna con leche artificial (hablamos de recién nacidos sanos en una maternidad cualquiera, no de recién nacidos prematuros o enfermos), serían, entre otras, la hipoglucemia comprobada, la ictericia con hipogalactia, el aumento de temperatura u otros signos de deshidratación como serían unas cifras de sodio elevadas, diuresis escasa, o sea que no moje el pañal o lo haga con muy poca cantidad, la irritabilidad del bebé con signos de insaciabilidad y la pérdida de peso del 10% o mayor.
Después de hablar con varias familias, pensamos que en ocasiones los profesionales, en nuestro afán de promover la lactancia materna en nuestras maternidades y centros de salud, podemos llegar a "presionar " en exceso a estas familias, intentar convencerles con nuestros argumentos,  incluso en ocasiones llegar a infravalorar los comentarios que nos hacen los padres, e incluso poner muchos impedimentos para suplementar la lactancia materna temporalmente.
Cierto es que además el verano, con el aumento de las temperaturas, es un momento complicado para las familias en este sentido. Todas las madres deben hidratarse muy bien pero mucho más en verano y, por supuesto, los recién nacidos deben también tomar pecho a menudo y tener un ambiente térmico  adecuado, porque el exceso de temperatura o la escasa ingesta puede provocarles fiebre y deshidratación. Sobre la ingesta de líquidos del recién nacido te hablábamos en este post, y sobre la exposición a altas temperaturas, en este otro.

Desde nuestro blog, y en relación como decimos con algunos recientes casos, donde las familias no se han sentido entendidas ni apoyadas en esta línea, nos gustaría animar:
- a todas la madres a tener paciencia y mucho ánimo en el establecimiento de la lactancia materna, y
- a todos los profesionales relacionados con este tema (pediatras, matronas, personal de enfermería de las maternidades y centros de salud, etc...) a ESCUCHAR.  En muchas ocasiones los padres nos transmiten con angustia una verdadera necesidad de suplementar a sus hijos. Debemos sentarnos a hablar con ellos con calma, y sobre todo ser flexibles, contundentes en las ventajas de la lactacia materna, pero flexibles en la toma de decisiones, haciendo partícipes a los padres de estas  primeras decisiones que van a ir tomando con sus hijos y animando si es necesario al suplemento de la leche materna con leche artificial. Porque no olvidemos que, al fin y al cabo, son sus hijos y, salvo raras excepciones, siempre buscarán lo mejor para ellos.





lunes, 8 de julio de 2019

¿PUEDO IR A LA PLAYA CON MI BEBÉ RECIÉN NACIDO?





Los bebés nacidos en verano, ponen un toque muy especial a esa época del año en la que el ritmo de vida se ve enlentecido, y muchas familias optan por salir de vacaciones. Muchos padres recientes os preguntáis, ¿sería aconsejable irnos con el bebé a la playa?

La respuesta  no es sencilla. Si lo que se pregunta es si puedes llevarte a tu bebé a seguir el mismo ritmo que cuando no estaba (horas y horas en la playa, bajo una sombrilla, incluyendo las horas centrales del día), la respuesta es  NO. Pero si lo que propones es ir a la playa para dar un paseo tempranito, o bien durante la puesta de sol, la respuesta cambia.

El recién nacido por definición es incapaz de regular su temperatura corporal, debido a su inmadurez. Esto es, si la temperatura ambiente es demasiado fría, su organismo será incapaz de producir el calor suficiente y sufrirá de hipotermia (en neonatos, hablamos de temperaturas por debajo de los 36º) . En cambio, si la temperatura ambiente es demasiado elevada, como es el caso que nos ocupa, su cuerpo será incapaz de transpirar como lo hace un niño mayor o un adulto, y corre el riesgo de tener fiebre o incluso, en casos extremos, de sufrir un golpe de calor. ¿Cómo lo reconoceremos? En su etapa más inicial, su apariencia será la de un bebé con una piel extremadamente roja, porque sus vasos sanguíneos se dilatarán en un intento por expulsar ese calor sobrante. Puede sudar, sobre todo por la zona del cuello, aunque no es lo habitual, menos cuanto más pequeño es el niño. Su respiración se verá agitada y el niño estará irritable. Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) nos advierten que los niños, sobre todo los bebés por debajo de un año de vida, son los grupos más sensibles a sufrir daños provocados por los golpes de calor ya que, al tener menor reserva de agua, su temperatura corporal sube más rápido que en los adultos. Es una situación realmente peligrosa para cualquier persona, más aún si se trata de un bebé tan pequeño. Por eso desaconsejamos que el recién nacido se vea expuesto a esas elevadas temperaturas. Si observáis alguno de los síntomas anteriores en vuestro bebé, quitadle la ropa, llevadle a un lugar fresco, ofrecedle pecho o biberón y acercadle a un  centro sanitario, para que un pediatra pueda evaluarle.


Ahora bien, podríais ir con vuestro bebé a la playa en las primeras horas del día, sin prolongarlo más allá de las 11h-12h de la mañana. Ponedle siempre debajo de una sombrilla, con un gorrito y  ropa fresca, de color claro y holgada, pero no desnudo. El reflejo de los rayos solares, unido a la cercanía del agua, pueden hacer que la radiación rebote y podría quemarle su delicada piel. Como sabréis, no se recomienda aplicar protectores solares a los menores de 6 meses, por ser un producto químico y el riesgo que existe de absorción y posibles alergias, pero no es una contraindicación absoluta. Es cierto que si evitamos las horas centrales del día (hablamos de 11h-12h a 17h-18h) en las que los rayos del sol inciden en vertical, y paseamos por lugares con sombra, no sería necesario. Si vuestro bebé tiene más de 6 meses, utilizad un factor  de protección solar de pantalla total, SPF50, adecuado para la etapa infantil, y que esté libre de parabenos. Es ideal que sea resistente al agua, se debe aplicar 30 minutos antes de la exposición al sol y debería repetirse cada dos horas.

Además, como comentábamos en este post, se debe ofrecer al bebé el pecho o el biberón más a menudo, para calmar su sed que estará aumentada en verano.

Si se trata de ir a la piscina, la recomendación es la misma, puesto que el ambiente térmico es similar. 
Y en general, durante la época de más calor, ya estéis en la costa o en el interior, os aconsejamos seguir estas recomendaciones.


Esperamos haberos ayudado a resolver vuestras dudas de cara a las vacaciones. Sin duda este primer verano con vuestro bebé sera especial, inolvidable e irrepetible. ¡Disfrutadlo!


















miércoles, 26 de junio de 2019

MI BEBÉ RECIÉN NACIDO TIENE SOPLO, ¿PUEDE SER NORMAL?






Los soplos cardíacos son sonidos que podemos escuchar con el fonendoscopio durante la exploración cardíaca que realizamos al recién nacido (RN), que se producen como consecuencia de las turbulencias en el flujo sanguíneo dentro o fuera del corazón.

Cuando diagnosticamos de soplo a esta edad, debemos realizar una valoración global, ya que no implica que el paciente presente por ello una cardiopatía congénita (CC). Las CC son un grupo de enfermedades caracterizadas por la presencia de alteraciones estructurales del corazón producidas por defectos en la formación del mismo durante el periodo embrionario.

De hecho, según las series la auscultación de un soplo a esta edad ocurre hasta en un 60% de los RN sanos (con hallazgos ecocardiográficos normales para la edad).


Y entonces, ¿cómo podemos intentar diferenciar unos soplos de otros?

Antes de nada, debemos explicar que la circulación sanguínea es diferente en período prenatal y postnatal.

En período fetal, al no oxigenarse la sangre en los pulmones, existen determinadas estructuras que redireccionan la sangre tanto a nivel intracardíaco (foramen oval) como a nivel extracardíaco (ductus arterioso), para que se pueda oxigenar la sangre gracias a la placenta materna y se pueda distribuir oxigenada al resto de los tejidos y órganos fetales.

A continuación, en la imagen 1, mostramos un dibujo de la circulación fetal.
La sangre mezclada del ventrículo derecho llega a las arterias pulmonares y a través del ductus arterioso alcanza la arteria aorta descendente, donde finalmente, las arterias umbilicales llevarán la sangre a la placenta.
En cambio, la sangre rica en oxígeno llega a través de la vena umbilical por el conducto venoso de Arancio a la vena cava inferior, zona donde se mezcla sangre rica en oxígeno con baja en oxígeno y alcanza la aurícula derecha, que a través del foramen oval llega a aurícula izquierda, continúa a ventrículo izquierdo, alcanzando arteria aorta, continuándose de nuevo el ciclo según lo explicado.


                                Imagen 1: circulación fetal



En la vida postnatal, al iniciase la respiración, comienza a oxigenarse la sangre en los pulmones, no siendo necesarias dichas estructuras, comenzando generalmente, su cierre progresivo.

Por ello, hay ciertos soplos que en este período pueden ser fisiológicos o esperables, y ante la falta de otros datos o características en la exploración o anamnesis, el pediatra nos volverá a repetir la auscultación posteriormente sin realizar un estudio en ese momento.

A continuación, en la imagen 2, podemos observar como en vida postnatal no existe en condiciones normales sangre mezclada en región cardíaca, existiendo un “recorrido con sangre baja en oxígeno”, en el cual, a través de las venas cavas superior e inferior, llega la sangre a aurícula derecha, ventrículo derecho y a través de las arterias pulmonares llega a los pulmones, donde se oxigena la sangre. Comienza posteriormente el “recorrido de la sangre rica en oxígeno”, en el que a través de las venas pulmonares llega a aurícula izquierda, ventrículo izquierdo, impulsándose sangre a la arteria aorta, repartiéndose la sangre por los órganos y tejidos corporales y volviendo al corazón a través de las venas cavas, reiniciándose ciclo.


                       Imagen 2: circulación postnatal


Es importante saber que no todos los soplos los oímos igual, es decir, existen diferentes características que el pediatra puede definir al auscultar un soplo (cómo es el tipo de soplo
según el ciclo cardiaco, en qué lugar lo escuchamos, intensidad, duración, sonoridad…), que al pediatra le hará sospechar sobre un tipo u otro de sopo o patología.

Además, es necesario completar el resto de la exploración, ya que como comentábamos inicialmente, el cambio de la circulación es un proceso normal que no debería producir otros síntomas en el paciente, por lo que descartar sintomatología secundaria es imprescindible. Por otro lado, también hay que tener en cuenta, que ciertas cardiopatías congénitas o estadíos iniciales de éstas, no presentan soplo a la auscultación, pudiéndose sospechar ante ciertos hallazgos clínicos en la exploración, procediéndose a un estudio cardiológico por este motivo.
Por todo ello, el pediatra durante la exploración valorará el estado general del paciente, su coloración, auscultación pulmonar, exploración abdominal, exploración neurológica y palpará pulsos periféricos, como los femorales.
También importante es la existencia de antecedentes familiares de cardiopatías, ya sean congénitas o no, al igual que ciertos antecedentes de enfermedades ó síndromes en la familia, por lo que son datos que el pediatra nos preguntará durante la valoración.

¿Son frecuentes los soplos?

Los soplos son la causa más frecuente de valoración en consultas de cardiológica (ver imagen 3).


                          Imagen 3: foto consulta Cardiología Infantil del Hospital Príncipe de Asturias



Según el estudio que analicemos, existe una prevalencia de soplo en período neonatal muy variable (entre 0.6% y 47.4%) y es importante además entender, que no todas las cardiopatías congénitas tienen soplo audible en los primeros días de vida, (aproximadamente sólo el 20%), debido a los cambios hemodinámicos que tiene lugar del período fetal al neonatal, por lo que es muy importante, por ello, como comentábamos, fijarnos en otros datos y realizar una buena anamnesis y exploración física.

Aproximadamente el 60% de los casos en los que se ausculta un soplo en edad neonatal, ocurre en pacientes sanos, presentando hallazgos ecocardiográficos normales para su
edad, siendo la causa más frecuente de este “soplo inocente” una aceleración de ramas pulmonares periféricas.

La incidencia actual de cardiopatías congénitas en España es de 13.6 ‰ (cifra superior a las cifras clásicas de los estudios), objetivándose un aumento del diagnóstico de cardiopatías leves, permaneciendo estable la incidencia de formas graves. La cardiopatía más frecuente es la comunicación interauricular. Si se excluyera ésta de la incidencia global de cardiopatías desciende hasta el 7.29‰.

¿Y a que ha podido deberse este aumento?

 Lo más probable es que no exista un aumento real de la incidencia de las formas leves, sino una mejora del diagnóstico. Actualmente, la ecocardiografía es una prueba que se encuentra más accesible en nuestro medio que anteriormente, realizándose de manera obligada en el estudio cardiológico del paciente pediátrico. En ocasiones, este estudio no lo motivan síntomas cardiacos, sino que se realiza como prueba dentro de protocolos de estudio o para despistaje de afectación cardiaca en otras enfermedades (como el estudio en neonatos de gestaciones mal controladas que van a ser adoptados, o estudio en pacientes con polimalformaciones o anomalías genéticas, deformaciones torácicas, auscultación de soplo sin otra sintomatología asociada…), detectándose de manera casual dichas alteraciones cardíacas, que quizá, no hubieran sido detectadas a lo largo de la vida si no se hubiera realizado el estudio por este motivo. En cambio, los casos de cardiopatías congénitas muy graves o graves, durante la evolución, producen sintomatología cardiaca (de manera precoz o más tardía dependiendo del tipo), por lo que eran casos que acababan diagnosticándose siempre.

¿Qué pruebas le van a realizar?

Si persiste soplo al alta de maternidad (48-72 horas de vida) o previamente si el pediatra lo considera oportuno, se tomarán ciertas constantes como: la frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno (valora la oxigenación en sangre gracias a un pulsioxímetro) y tensión arterial en los cuatro miembros, realizándose un electrocardiograma, (ver imagen 4), que es una prueba que registra la actividad eléctrica del corazón que se produce en cada latido cardiaco.
Posteriormente, para completar el estudio (si todo lo previo es normal, puede hacerse posteriormente al alta de la unidad, pero recomendándose de manera precoz), se realizará un ecocardiograma (ver imagen 5) que es una prueba diagnóstica fundamental, ya que podemos obtener una imagen en movimiento del corazón, permitiendo realizar un estudio tanto de estructuras cardíacas como algunas extracardíacas.

Todas las pruebas descritas, se tratan de pruebas totalmente no invasivas (o no dolorosas) para el paciente.


                                          Imagen 4: equipo para realizar electrocardiograma



                                                    Imagen 5: equipo para realizar ecocardiograma




Algunas madres tienen la duda de: ¿es posible detectar todas la cardiopatías durante el estudio ecocardográfico fetal?

Desgraciadamente NO es posible.




Se estima que tan solo el 60% de las cardiopatías congénitas críticas son diagnosticadas por ecografía antenatal.
El estudio ecográfico en las embarazas es dificultoso, ya que depende de características maternas (buena imagen ecográfica, obesidad, alteraciones en pared abdominal…) y fetales (movimiento, posición, tamaño…), que dificultan la realización de los planos a realizar y por tanto, su estudio estandarizado. Y además, no todas las cardiopatías congénitas, se pueden diagnosticar en esta etapa: en ocasiones porque corresponden a estructuras que son normales y necesarias para la circulación en vida prenatal (como por ejemplo, el ductus), en otras ocasiones porque son cardiopatías que se producen de manera evolutiva, es decir, que en un estudio puede ser normal, encontrándose alterado en estudios futuros ó por dificultad del estudio de dichas estructuras en edad neonatal por las características especiales de la circulación fetal (como por ejemplo, drenajes venosos).

domingo, 23 de junio de 2019

MI BEBÉ RECIÉN NACIDO PARECE TENER SED, ¿PUEDO DARLE AGUA?



Ahora que llega el calor, un calor sofocante que sufrimos tanto adultos como bebés, vuelve a surgir la duda entre los recién estrenados padres ¿puedo/debo darle agua a mi bebé? En este post pretendemos darle respuesta a vuestra pregunta sin que quede ninguna duda.

Es muy probable que personas de vuestro alrededor con experiencia en la crianza os digan que "no pasa nada por darle agua a un recién nacido o bebé pequeño". Eso no es cierto. Darle agua a estos niños supone llenar su estómago de un líquido que le quitará la sed pero no aportará ningún nutriente. ¿Y cuál es el problema? Que no pedirá el pecho o el biberón porque tendrá sensación de plenitud, parecerá que ha comido. Eso supondrá que se saltará alguna toma, tantas como veces le ofrezcas agua para que sacie su sed. Cuanto más pequeño sea, más peligroso será este hábito. Un recién nacido NO debe beber agua.

¿Y qué hago entonces, si reclama comida y hace poco que le dí la toma? ¿No puede ser que tenga sed? Por supuesto que es posible que tenga sed, y debemos mitigarla. Pero lo haremos con leche. La leche está compuesta por aproximadamente un 80%-90% de agua, así que tendrá la capacidad de calmar su sed, a la vez que le aportará nutrientes. Una toma de agua de forma constante y repetida en un neonato podría llegar a desnutrirle, pues su apetito se verá visiblemente reducido.

Los recién nacidos necesitan un aporte de agua mayor que una persona adulta para no deshidratarse. Pero este agua SIEMPRE tendrá que ofrecerse en forma de leche.

Si estás dando el pecho, observarás cómo, llegado el calor, tu bebé pide mamar mucho más a menudo, pero las tomas serán breves, de apenas unos minutos de duración. Extraerá la primera porción de la leche que hay en tu pecho, que es la parte más acuosa. Esto equivale a las veces que tú vas al grifo a beber un vaso de agua. No le niegues a tu bebé una toma "extra" por pensar que no puede tener hambre al haber comido hace relativamente poco tiempo. Déjale tomar el pecho a demanda, con la frecuencia y los tiempos que él mismo determine. Y, si estás dando el pecho, no olvides  hidratarte muy bien tú también, bebiendo entre 2 y 3 litros de agua al día.

Si tu bebé toma biberón, ofrécele más a menudo en los días más calurosos, pero procura no aumentar en exceso la pauta médica. Te recomendamos que le ofrezcas la misma cantidad de leche, pero repartida de manera que las tomas sean más frecuentes, pero de menos volumen. A diferencia de la lactancia materna, que es a demanda, en el recién nacido el volumen de leche artificial debe ser respetado para mantener un equilibrio de líquidos y otros nutrientes y no sobrecargarle. De todos modos si observas que pide un poco más, ofréceselo y consulta con tu pediatra siempre que tengas dudas. Ofrécele la toma a temperatura ambiente y será más efectiva para calmar su sed.

Así que ya sabes, mantén bien hidratado a tu bebé este verano, pero de la forma más segura. Tu profesional de la salud te indicará cuándo debes comenzar a darle agua a tu hijo/a. Generalmente esto ocurrirá con la introducción de la alimentación complementaria, alrededor de los 6 meses.  Pero hasta entonces, ¡disfruta de esta etapa sabiendo que estás haciendo lo correcto!




miércoles, 12 de junio de 2019

NO SON GASES




NO SON GASES.
Es habitual al pasar visita en la Maternidad que los padres nos comenten que el niño, recién nacido, ha pasado muy mala noche porque “tiene muchos gases” y en muchas ocasiones esta información se la ha dado algún profesional sanitario.
Publicamos este pequeño post en Nacer en Alcalá para afirmar que NO SON GASES.
No son gases, créeme. Aunque te lo digan una y otra vez, no son gases.
Cuando tu niño es recién nacido, cuando todavía estás en la maternidad, cuando todavía apenas os habéis visto, cuando todavía la lactancia es complicada y quiere tomar a todas horas o se pasa demasiadas horas dormido, cuando llora y llora tan recién nacido todavía: No son gases, créeme.
Haz la prueba, coge a tu bebé, arrópalo en tu pecho, contenlo con tus brazos, presiónalo suavemente contra tu pecho, que vuelva a escuchar tu corazón (la música que tuvo durante toda su vida dentro del útero), o que escuche el corazón de su padre, o de su abuela, o de su hermano. Cógelo y verás cómo se le pasa el llanto, verás como no son gases.
El recién nacido está asustado, todo es nuevo, estaba en un mundo ideal, en agua, flotando, sin frío, sin ruido, sin roces, sin luz…y de repente, le tocamos, luz, ropa, roces, dodotis, esponjas, y sobre todo…falta de “contención”, esos brazos sin control abiertos, esos sustos espontáneos que se dan… Observa a tu bebé, no te pierdas detalle, verás cómo necesitan esa “contención”. Los cólicos del lactante, los “gases” a lo mejor llegan, no digo que no, pero llegan más tarde y verás que en general no se calman en brazos, son diferentes. Nada que ver con esos primeros días de vida. Los cólicos llegan más tarde (si es que llegan). Tu bebé recién nacido, por mucho que llore de noche o de día no tiene gases, tiene necesidad de que le cojas, le acurruques y le des calor y seguridad. Si tiene hambre…llorará y esto no funcionará así que le pones al pecho (o le das su toma) y solucionado. Prueba. No son gases, créeme.

jueves, 30 de mayo de 2019

LAS PRIMERAS HORAS TRAS EL NACIMIENTO DE TU BEBÉ: MOMENTOS IRREPETIBLES



El momento con el que lleváis meses soñando al fin ha llegado. Vuestro bebé acaba de nacer, si todo va bien podréis disfrutar de él piel con piel, lo que ha desmostrado ser lo mejor para recién nacido y madre inmediatamente después del nacimiento. Pero, ¿sabes cómo será su comportamiento en esos primeros momentos de su vida fuera del útero ya? Hablamos de las fluctuaciones que se producen tras el nacimiento en un recién nacido a término sano, conocido como período de transición. Te lo contamos a continuación.

Inmediatamente tras el parto, sucede un período breve de vigilia (primer período de reactividad) en el que el bebé está en una alerta tranquila, tiene una marcada actividad motora, esto es, se mueve mucho, mueve sus manos y sus pies, hace muecas con la cara, llora enérgicamente...Este primer período dura entre 15 y 30 minutos, aunque puede extenderse hasta los 60 minutos.

Si ponemos al bebé en contacto piel con piel, veremos cómo poco a poco  va "reptando" hacia el pezón de la madre, mediante movimientos de flexión y extensión de las piernas, pataleo, cabeceo, mostrando ya sus reflejos de búsqueda y succión, incluso con protusión de la lengua. Verás que en su boca puede haber secreciones, mucosidad.
Si tenéis paciencia, sería ideal dejar que el agarre del bebé fuese espontáneo. Y decimos "si tenéis paciencia" porque a veces cuesta mucho ver cómo está trabajando para conseguir llegar a pezón, y lo que le cuesta. Sin embargo, se ha visto que el agarre espontáneo es lo más recomendable para que la lactancia sea aún más exitosa. Desde nuestra página os animamos a que lo probéis. Aquí os dejamos un breve vídeo para que comprobéis que es posible.

El piel con piel en este período es muy importante, puesto que fisiológicamente la temperatura del recién nacido sufre una disminución y necesita calor para evitar complicaciones. Si el piel con piel no es posible por el estado clínico de la madre o del recién nacido, verás que se coloca al bebé bajo una fuente de calor radiante. ¿Sabíais que el frío puede causar dificultad respiratoria en un recién nacido? El calor que le proporcionan madre o padre es el ideal para el bebé en sus primeros momentos de vida. 
Pasado el primer período de reactividad,comienza un intervalo de reposo. Disminuye la respuesta y actividad motora en general, y el niño suele dormirse. Esta fase puede durar de 1 a 4 horas. Las constantes vitales se normalizan, disminuyen la frecuencia respiratoria y la cardíaca. En esta etapa comienzan los movimientos intestinales, al llegar el aire hasta esta parte del tubo digestivo. En ocasiones los sonidos provenientes del intestino pueden ser audibles, pero tranquilos porque eso no significa que le duela la tripa ni que le siente mal la leche. 
Tras el período de reposo, el niño se despierta para dar comienzo al segundo período de reactividad.
Este espacio de tiempo es muy similar al primer período, pero los movimientos no son tan marcados. Vuelve una ligera taquicardia, el niño responde a estímulos, puede comenzar a realizar meconio o expulsar secrecciones, se observa cierta salivación... Es el momento idóneo para volver a ofrecerle el pecho. Quizás ya no sea tan fácil como la primera vez, de ahí que sea ideal aprovechar esos primeros momentos para que el bebé se familiarice con el pezón materno, pero con mimo y paciencia lo conseguirás. Ante cualquier dificultad que encuentres para dar el pecho al bebé, co sulta con las matronas en paritorio, o con las enfermeras y auxiliares en la planta de maternidad que te ayudarán sin duda encantadas. 
Es de vital importancia que el recién nacido esté muy vigilado durante estos primeros momentos de vida. De ahí que se pida siempre al padre/pareja, o en su ausencia, a cualquier otro familiar o persona de referencia, que permanezca con la madre, que debido al esfuerzo realizado durante el parto puede sentirse débil y tendente al sueño. Además, recomendamos que se eviten las distracciones (la más frecuente, el teléfono móvil) para poder detectar cualquier anomalía que pudiese producirse en el niño. Hablamos de posibles cambios de coloración, atragantamientos, riesgo de caídas... que aunque ocurren en contadas ocasiones (por suerte) , una actuación temprana puede ser crucial para que se resuelva  de la mejor manera posible. Por ello el personal del paritorio estará pendiente en todo momento de madre y recién nacido. No dudéis en consultar cualquier duda que pueda surgiros con respecto al estado del bebé.
Desde nacer en Alcalá, nuestra recomendación siempre será la misma: disfrutad de estos momentos que jamás volverán, porque una especie de magia envuelve cada nacimiento, y sin importar cuántos hijos tengamos, cada uno será único. Y merece ser vivido con los cinco sentidos.
Os recordamos nuestra campaña, cuando nazca vuestro/a bebé: #dejaaunladoelmóvil










jueves, 23 de mayo de 2019

EL CORDÓN UMBILICAL: PERDIENDO EL MIEDO A CUIDARLO




Una de las mayores preocupaciones de los padres y madres ante el alta del recién nacido es el cuidado del cordón umbilical. Muchas veces les observamos que manipulan la zona con miedo, temiendo hacer daño a su bebé. Mediante este post intentaremos que los recientes y/o futuros padres/madres sean capaces de realizar los cuidados correctamente y pierdan ese miedo en relación a su manipulación.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL CORDÓN UMBILICAL

Comenzaremos diciendo que el cordón umbilical es un elemento vital e indispensable para establecer la comunicación entre el feto y la madre a través de la placenta. También se trata de es un órgano transitorio, esto es, se hace inútil e innecesario una vez que el bebé está fuera del útero materno, ya que la placenta deja de funcionar al desprenderse de la madre. 
La ausencia de conexión con la placenta es lo que hace que el cordón comience a desecarse y desprenderse, dejando una pequeña herida en el punto de implantación, cuya cicatriz más o menos grande es lo que conocemos como ombligo.

La longitud del cordón umbilical es variable, entre 50 y 60 cm, con un grosor de un dedo, aunque esto es pura estadística, pues podemos encontrar cordones que apenas superan los 30 cm y finos como un bolígrafo, y otros de más de 80 cm con el doble de grosor, o la combinación de todas estas características. Suele presentar una disposición en espiral, casi siempre con vueltas hacia la izquierda.
Su superficie se halla recubierta por la membrana amniótica, y en su interior hay una sustancia gelatinosa conocida como  gelatina de Wharton. En el interior de la gelatina se encuentran los vasos umbilicales. Por lo demás, el cordón carece de nervios y otros elementos, por lo que podemos decir bien alto que EL CORDÓN UMBILICAL NO DUELE.

Los vasos umbilicales son tres: dos arterias y una vena. Las arterias conducen la sangre venosa fetal a la placenta, donde se oxigena y es recogida por la vena umbilical para llegar de nuevo al feto,  proporcionándole el oxígeno necesario para realizar sus funciones vitales. Como ya os habíamos anticipado, existen cordones que carecen de una de las arterias, e igualmente realizan el intercambio con la placenta.

Algunas veces estos grandes vasos pueden formar trayectos sinuosos e incluso pueden parecer retrógrados, lo que origina que el cordón se vea engrosado en ciertos tramos. Son lo que se denomina "falsos nudos", y no repercuten sobre el desarrollo fetal.


 







Algo muy diferente son los "nudos verdaderos", como el que podéis ver en la foto de portada del post. Se trata de nudos reales que se han hecho mientras el feto aún flotaba y podía dar vueltas sobre sí mismo. Cuanto más avanzado está el embarazo, es más difícil que estos nudos se formen, aunque no es imposible. Tradicionalmente se ha dicho que los niños que nacen con un nudo verdadero en el cordón, tienen un "ángel" que les protegerá de por vida. Cierto es que si ese cordón se hubiese apretado en exceso, el riego sanguíneo se hubiese visto interrumpido y con él todas las funciones vitales del feto, ocasionando su muerte.

Al nacer el niño, se observa claramente a través de las paredes del cordón las fuertes pulsaciones de las arterias umbilicales por la acción del corazón fetal. Desde Nacer en Alcalá os invitamos a que le pidáis a la matrona que os muestre el latido una vez que haya nacido vuestro bebé.
Han existido discrepancias sobre e momento adecuado de la ligadura y corte del cordón. Desde hace varios años en nuestro hospital, y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se practica el pinzamiento precoz, se intenta practicar el pinzamiento tardío,  que es el que se realiza pasado al menos un minuto desde el nacimiento o bien hasta que el cordón deja de latir, aunque en general no se sobrepasan los tres minutos, siempre individualizando cada caso. Retrasando el pinzamiento del cordón se consigue mantener el flujo sanguíneo entre la placenta y el recién nacido, y eso podría mejorar la dotación de hierro del niño incluso hasta los seis meses de vida. En cualquier caso la OMS no recomienda el pinzamiento y corte precoz del cordón umbilical (menos de un minuto después del nacimiento) "salvo que el recién nacido sufra hipoxia y deba ser trasladado de inmediato para su reanimación".
El cordón se clampa a unos 5 cm de su salida del abdomen del recién nacido, colocando otra pinza a unos 6 cm y cortando entre ambas. Es importante dejar esta distancia entre pinza y abdomen debido a que justo en la zona más cercana a la piel del nño se encuentra un delicado círculo vascular que contribuye al desprendimiento del cordón tras el nacimiento.
En la actualidad se realiza la ligadura con pinzas de plástico desechables, que una vez cerradas no pueden volver a abrirse. La pinza queda de esta manera colocada hasta que se desprende el cordón. La presión ejercida por la pinza sobre la gelatina y los vasos impide la hemorragia a la vez que contribuye a que el cordón se deseque y se necrose (que el tejido muera). Esto ocurre generalmente entre el 5º y 15º día de vida, con más frecuencia hacia el final de la primera semana. Hasta que el proceso finaliza, observaremos cómo la porción de cordón adherida a la pinza va coloreándose con el paso de los días, hasta adquirir una tonalidad oscura, llegando incluso a negra. El olor que desprende puede asemejarse a la carne fresca, pero en ningún caso el olor debe ser desagradable, ni poder olerse a distancia, sin acercar la nariz al cordón.
A veces, tras la caída del cordón, puede quedar algún resto adherido a la piel del ombligo. Esto es algo normal que no entraña ningún peligro. Del mismo modo, en ocasiones se puede observar un pequeño hilo de sangre en la piel o en la zona del pañal donde apoya el cordón, en el momento de la caída o en los  momentos previos: esto es, igualmente, compatible con la normalidad.

¿QUÉ CUIDADOS PRECISA EL CORDÓN UMBILICAL? 

Históricamente se ha recurrido a múltiples técnicas y productos que favoreciesen la caída temprana del cordón e impidiesen las infecciones. Finalmente se ha llegado a la conclusión de que lo único que se precisa para que esto ocurra es que la zona se encuentre lo más limpia y seca posible. El alcohol de 70º, soluciones antisépticas, gasas envolviendo el cordón, etc... pasaron a la historia.
Tan importante como la correcta higiene del cordón, es la correcta higiene de tus manos. NUNCA manipules el cordón sin haber realizado previamente un correcto lavado de manos.

Es posible sumergir la zona umbilical en agua, aunque aún no se haya desprendido el cordón.  
Sí, como lo lees. No lo decimos nosotros, es una recomendación de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Es muy probable que familiares cercanos o amigos contradigan esta información, sobre todo si existe mucha diferencia generacional, pues de esa manera se ha hecho "toda la vida". De hecho, en algunos hospitales y centros hospitalarios se sigue bañando a los bebés sin sumergirles hasta que el cordón se desprende por completo. No es una mala práctica, pero no es necesario llevarla a cabo. Vosotros, como padres, podéis decidir cómo deseáis hacerlo.
* El aseo del cordón debe realizarse de manera diaria, aunque no se realice el baño del recién nacido con la misma frecuencia. Debe lavarse con agua y un jabón neutro, ayudándonos de una esponja limpia o un paño suave y limpio. Como hemos indicado más arriba, el cordón umbilical es indoloro, por lo que podemos limpiarlo sin miedo de hacerle daño al bebé. La correcta higiene es lo más importante ante la prevención de infecciones. Enjabónalo y acláralo bien.
* Una vez que está bien limpio y aclarado, procederemos al secado. Éste debe ser muy meticuloso. Lo realizaremos con una toalla o compresa limpia. Un cordón umbilical húmedo se macerará, tardará más en caerse y es más susceptible de infectarse que uno que se mantiene perfectamente seco. 
* Es suficiente la realización de la higiene del ombligo una vez al día. Sin embargo, si se trata de un varón y en el cambio de pañal observas que ha orinado hacia la zona del ombligo, deberás lavarlo cuidadosamente y secarlo meticulosamente. Si esto ocurre varias veces al día, deberás realizar la higiene del ombligo tantas veces como observes que el cordón permanece húmedo por la orina.
* Cuida de no utilizar lociones o cremas en la base del cordón, pues favorecen la humedad.
* No utilices fajas ni ningún dispositivo que tape la zona del cordón. Antiguamente se utilizaba porque los padres se sentían más seguros si el cordón estaba "sujeto". Más tarde se comprobó que no solo no favorecía el desprendimiento, sino que ocasionaba irritaciones en la zona.
* Nunca tires del cordón, ni aunque esté pendiente de un hilo. Puedes ocasionar una hemorragia.
* La exposición al aire favorece el secado del cordón. Dobla el pañal para dejar que el cordón quede fuera del mismo.
*  La lactancia materna favorece un desprendimiento del cordón más temprano.


 ¿CUÁLES SON LOS SIGNOS DE ALERTA por los que consultar a vuestro pediatra?

* Mal olor de la zona.
* Enrojecimiento de la piel de la base del cordón.
* Secrección purulenta (pus) o sangre, más que el "hilito" del que hablábamos antes.
* Fiebre.

Esperamos que toda esta información os haya sido de utilidad, y el día que tengáis que enfrentaros al cuidado del cordón umbilical estéis perfectamente preparados para hacerlo. Es una etapa muy breve, tanto, que cuando menos lo esperéis tendréis esa pequeña pinza en la cajita de recuerdos de vuestro bebé. 






jueves, 4 de abril de 2019

TETANALGESIA Y SUS VARIANTES: LA PUNCIÓN INDOLORA EN EL NEONATO ES POSIBLE



¿Cuántas veces no has pensado, tras ver sufrir a tu bebé, que te cambiarías por él? ¿Alguna vez has preferido no ver cómo le pinchan, para evitar el sufrimiento?

Hoy te hablamos de un procedimiento muy sencillo que, realizado de manera correcta, alivia casi por completo el estrés y el dolor al que se somete a un bebé durante una punción. Hablamos de la tetanalgesia.
Puedes ver un vídeo demostrativo si pinchas aquí.

El término fue creado por los pediatras M. Merino Moína y J. Bravo Acuña, que elaboraron un interesante artículo que explica lo que significa esta palabra hasta entonces inexistente. Ambos trabajaban en el Centro de Salud El Greco de Getafe (Madrid). Puedes leerlo aquí.

Tetanalgesia hace referencia a la utilización de la lactancia materna como método no farmacológico de control del dolor en el lactante y niño pequeño, mientras es sometido a un procedimiento que a priori resulta doloroso (hablamos, eso sí, de un dolor "menor", en ningún caso sustituye a una anestesia).

Aunque pueda parecer una técnica moderna, lo cierto es que las madres que dan el pecho han sido conscientes desde hace siglos de las propiedades naturales que conlleva el amamantamiento. Siempre se ha sabido que la lactancia materna tiene un efecto reconfortante y balsámico para el bebé, además de proporcionarle alimento. La lactancia es muy utilizada para calmar a un bebé que llora, bien porque se siente solo, porque está angustiado... e incluso, en niños más mayores, como "analgésico" tras una caída, un golpe o cualquier otro disgusto.  El calor materno, el olor, la protección que le otorgan sus brazos y el sabor de esa sustancia dulce en la boca son los que constituyen al éxito de esta técnica. Eso sí, hay que tener en cuenta que su eficacia es mayor cuanto más pequeño es el niño, disminuyendo sus efectos conforme el mismo crece.

¿Cómo se lleva a cabo la tetanalgesia?

¡Es muy sencillo! Tan solo hay que poner al bebé al pecho de su madre antes de comenzar a realizar la técnica dolorosa. Hemos de esperar a que el bebé esté mamando de forma activa para realizar el procedimiento molesto. Esto es muy importante: si el bebé está dormido, la punción le despertará y llorará. Si está con el pezón en la boca, pero no está mamando, ocurrirá algo similar. Sin embargo, si esperamos a que la succión sea continua, podremos pincharle sin miedo a hacerle daño, porque la concentración a la que estará sometido hará que apenas lo note, y siga tomando el pecho como si nada. Aunque se trate de una técnica que requiera varios minutos de duración, el bebé estará tan cómodo tomando el pecho de su madre, que apenas notará nuestras manipulaciones.

¿Tiene otros beneficios? 

Además de la gran ventaja de alivio del dolor para el bebé, este procedimiento tiene otros beneficios. Para la madre, otorga la sensación de servir de ayuda y consuelo para su hijo, además de reforzar la lactancia materna. Para los profesionales, les reconforta el darse cuenta de que pueden contribuir al alivio del sufrimiento en el niño pequeño, además de ayudar en el refuerzo de la lactancia materna que se lleva a cabo con la madre.

¿Y si la madre no da el pecho? 

Si la lactancia materna no ha sido posible o si decidiste desde el principio que le darías biberón a tu bebé, no te preocupes. Existe un procedimiento similar que utiliza una tetina en vez del pezón. Se llama succión no nutritiva con sacarosa.
La técnica consiste en colocar al recién nacido en el regazo de su madre o bien en una cuna. En el primer caso se beneficiará también de la contención, el calor y el olor de su progenitora. Introducimos en su boca un chupete o tetina impregnado con una solución de sacarosa preparada para tal fin. Aunque algunos autores describen que la sacarosa podría administrarse con jeringa, parece haberse encontrado mejores resultados cuando se utiliza unida al chupete, porque potencia el efecto calmante que de por sí se le atribuye. No se ha concluido que mayores concentraciones de sacarosa tengan mayor efecto analgésico.
Al igual que con la tetanalgesia, deberemos esperar a que la succión sea vigorosa y mantenida. En ese punto realizaremos la punción. Debemos advertir a la madre que debe sujetar la tetina o chupete, porque el bebé con sus succiones podría hacer que se le cayese involuntariamente.
Esta técnica también se lleva a cabo en recién nacidos prematuros que aún no pueden amamantar, o cuyas circunstancias impiden que pueda ser arrullado por su madre.

Desde nuestro blog os animamos a proponer a vuestro profesional de la salud el uso de estos procedimientos cuando tenga que realizar una técnica dolorosa a vuestro bebé. A veces la vergüenza nos hace quedarnos callados viendo sufrir al niño, sabiendo que pudimos haberlo evitado. Si bien es cierto que con la edad los efectos disminuyen, podemos aliviar el dolor de nuestros hijos durante muchos meses y, ¿acaso no es eso lo que buscamos de forma repetida durante toda su infancia?


















lunes, 11 de marzo de 2019

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL RECIÉN NACIDO: ASÍ SERÁ TU BEBÉ





¿Cómo te imaginas a tu recién nacido? Y si ya lo has visto, ¿fue muy diferente de cómo lo imaginabas?
Cada bebé recién nacido es único, cada uno tiene sus propias peculiaridades: morenos, rubios, con más o menos cabello, delgados o más rellenitos...
Pero sin duda, todos los recién nacidos a término (a partir de la semana 37 de gestación) comparten  unas características comunes. Aquí te vamos a mostrar cuáles son las principales, para que el momento en que veas por primera vez a tu bebé puedas disfrutarlo como se merece, y no lo vivas como un acontecimiento estresante por ciertas cosas que son normales y a ti puedan no parecértelo.

Proporciones: El recién nacido es macrocéfalo por naturaleza. Esto significa que la cabeza es significativamente más grande que el cuerpo, y puede incluso parecer asimétrica dependiendo de la posición que tuviese el feto dentro del útero. Es una característica normal. Además, en su cabeza puede tener alguna irregularidad como el caput o el cefalohematoma que te contábamos en esta entrada. Una peculiaridad de la cabeza del recién nacido es la presencia de las fontanelas. Son debidas a la separación de los huesos de su cráneo, y son necesarias para el desarrollo y crecimiento de su cerebro. Se pueden palpar sin hacerle ningún daño. La más grande, ubicada hacia el frente de la cabeza, tiene forma de diamante, es la fontanela mayor, que se cerrará entre los 9 y los 18 meses de edad de tu bebé. Más atrás, hay una fontanela más pequeña y de forma triangular, la fontanela menor. Quizá ésta ya esté cerrada en el momento del nacimiento. Si no es así, lo hará entre el primer y segundo mes de vida.



También puede parecerte que tu bebé tenga las extremidades cortas en relación al tronco, y así es realmente. A esto se le llama braquitipia. Las piernas y los pies pueden estar curvados hacia adentro, debido a la posicion fetal. Suelen cruzar las piernas firmemente sobre el abdomen en las primeras horas o días de vida, imitando su posición en el interior del útero materno.

Además, el recién nacido suele tener el abdomen ligeramente abultado, debido a que sus vísceras, aún en desarrollo, están muy abultadas. A esto le llamamos en medicina visceromegalia.

Piel y coloración: Nada más nacer, tu bebé puede presentar una coloración azulada, que irá cambiando a rosada en los primeros minutos, en cuanto se establezca la respiración pulmonar. A veces esta coloración es especialmente llamativa, sobre todo en la cara si el bebé tenía alrededor del cuello una vuelta de cordón enrollada. No te asustes. Como te decimos, en unos minutos el color habrá cambiado por completo. En el caso de vueltas de cordón muy apretadas, pueden permanecer en la carita de tu bebé unas manchas moradas, de mayor o menor extensión, o unos puntitos en la frente y mejillas. Tardarán horas o días en desaparecer, pero finalmente se irán. Son debidas a la congestión producida por ese "collar" apretado que tenía alrededor del cuello.
Tu bebé presentará casi con seguridad acrocianosis.  Sus manos y pies conservarán un color ligeramente amoratado o azulado durante las primeras horas tras el nacimiento, aunque el resto de su cuerpo ya presente una coloración rosada, sobre todo si se encuentra en un ambiente no lo suficientemente cálido. Del mismo modo, debido al frío, puede verse que la piel aparece reticulada, es decir, con cambios de color o matiz que recuerdan a un panal de miel por su forma.  Es debido a la inestabilidad normal de la circulación de la sangre en la superficie de la piel. Cuando la circulación sistémica alcance su total normalidad, estas condiciones desaparecerán.




Su cuerpo puede estar cubierto en mayor o menor medida por una sustancia blanquecina o grisácea muy grasa, llamada vérnix caseosa. Se acumula sobre todo en la espalda y los pliegues de las extremidades. Ésta ha sido la protección de su piel para el medio líquido en el que ha estado sumergido, además de protegerla de la deshidratación. Su producción empieza alrecedor de la semana 20 y comienza a ser más lenta a partir de la 36. Es por ello que los nacidos antes de esta semana pueden presentar más vérnix que los nacidos a término. Sirve de ayuda a que el feto se deslice mejor por el canal del parto, y tras el nacimiento, hace de barrera frente a posibles infecciones. Es importante no retirarla, sino esperar a que su piel la absorba con el paso de las horas, como si de una loción se tratase. La vérnix ayudará a que tu bebé mantenga la temperatura en los primeros momentos tras el parto. El conocimiento de todas estas propiedades ha contribuido a que no bañemos a los bebés hasta pasadas al menos 24h desde su nacimiento.



Su cuerpo también puede estar cubierto de un vello muy fino, llamado lanugo, que se reparte sobre todo en brazos, piernas y espalda. Al igual que la vérnix irá desapareciendo poco a poco.




Tu bebé puede presentar también la llamada mancha de Baltz, pues es la mancha que aparece con más frecuencia en el recién nacido. Es una mancha oscura de color azul grisáceo que se extiende por la parte inferior de la espalda y en los glúteos, aunque a veces también aparece en hombros, brazos o piernas (en este caso se le añade el adjetivo de aberrante). Su tamaño varía entre uno y diez centímetros, y tiene bordes irregulares. Es muy frecuente en los bebés de raza asiática (hay quien la conoce como mancha mongólica por esto) o negra. Es más común en los niños con tono más moreno de piel. Se debe a la acumulación de melanocitos, las células que le dan color a nuestra piel. Es totalmente benigna. Si tu bebé nace con ella, verás que alrededor de los dos años su color se acentúa para después comenzar a desaparecer. Pocos son los adolescentes que la conservan y es muy raro que la presente un adulto.




Si es un bebé muy maduro, de más de 40 semanas de gestación, la capa más superficial de su piel puede parecer escamada. Verás como, con el paso de los días, tu bebé se irá "pelando" y eliminando todos esos "pellejitos", sobre todo en manos y pies. En aproximadamente dos o tres semanas habrá finalizado este proceso.
Los hemangiomas planos son manchas rojas que se deben a la agrupación de vasos sanguíneos ensanchados en la piel, y que se dan con cierta frecuencia en los recién nacidos. Suelen aparecer alrededor de la nariz, en los párpados y en el occipucio. Desaparecen con el tiempo, generalmente hacia el primer año de vida o más tarde y hasta ese momento podrás observarlos con un color más intenso cuando tu bebé llore. 
Y hablando de la piel, aunque no esté presente en el momento del nacimiento, nos gustaría también hablarte del millium sebáceo facial, porque puede aparecer a los pocos días de vida. Se trata de unas pequeñas pápulas, de color blanco perlado o amarillento, que se presentan comúnmente sobre nariz, mejillas, frente y barbilla, pero también pueden aparecer incluso en el interior de la boca, en cuyo caso reciben otro nombre (Perlas de Epstein). No pican, duelen ni escuecen y no requieren tratamiento. Son debidas a acúmulos de queratina, que han quedado atrapados en pequeñas cavidades de la superficie de la piel. Te lo contamos porque aparecen en el 40% de los bebés a los pocos días de nacer. Suelen desaparecer de forma espontánea en pocas semanas, aunque se han descrito casos en niños que los han mantenido hasta los cuatro meses, si han aparecido en zonas más sensibles, como los ojos o la boca.



De forma un poco más frecuente, en la mitad de los recién nacidos, puede aparecer también la entidad conocida como eritema tóxico. Te lo contamos aquí porque suele aparecer en las primeras horas de vida, o después del primer día. Se trata en esta ocasión de una erupción maculopapular, con pequeñas protuberancias de color amarillo o blanco circundada por una piel enrojecida. Puede haber pocas o bien acúmulos de varias de ellas. Aparecen por lo general en tronco y extremidades. Tiene la peculiaridad de que en cuestión de horas o días puede cambiar su localización, apareciendo y desapareciendo en diferentes áreas. Es totalmente benigno y generalmente desaparece en unas dos semanas, sin necesidad de tratamiento.  



Otra alteración de la piel que podéis encontrar es la Melanosis pustulosa neonatal transitoria, que son pequeñas pústulas superficiales que se rompen con mucha facilidad y que dejan un collarete de descamación fina y manchas hiperpigmentadas. Sobre todo sale en palmas, plantas, genitales y cuero cabelludo. Las pústulas se mantienen unos dos días pero las manchas pueden durar meses.




 Genitales: Es muy frecuente que el recién nacido varón presente fimosis. Tu pediatra de referencia te irá diciendo cómo hay que tratarlo, pero ya te anticipamos que no hay que manipular la fimosis en los primeros meses de vida. También es posible la presencia de hidrocele, que no es más que la acumulación de líquido en la bolsa escrotal. En la mayoría de los casos el hidrocele se resuelve por sí mismo en 3 a 6 meses.
En las niñas, es muy común que la vulva esté un poco inflamada y de color rojo oscuro. Los labios mayores se presentan hinchados. Pueden tener secrección mucosa o flujo, e incluso puede ser que tengan una pequeña menstruación, debido a la estimulación hormonal provocada por su madre durante el embarazo. Es totalmente normal y no necesita tratamiento.
Esta estimulación hormonal puede hacer que tanto mujeres como varones presenten un abultamiento de las mamas, llamado ingurgitación mamaria y puede observarse una pequeña hinchazón que puede ser asimétrica y de color ligeramente rojizo. Suele desaparecer durante las primeras semanas de vida. Contrario a lo que se pueda pensar, no hay que apretarlos ni masajearlos, pues no desaparecerán antes por llevar a cabo esta práctica, y puede provocar infecciones tipo mastitis.

Cara: Los bebés suelen llegar al mundo con la cara muy hinchada, debido al acúmulo de líquido y el paso a través del canal del parto. Podrás observar que las fotografías que le hagas durante las primeras horas difieren mucho de las que tomes días después.
Sus párpados generalmente estarán hinchados, y a veces no les permiten abrir bien los ojos, pero en la mayoría de los casos el bebé mostrará apertura ocular desde los primeros minutos de vida. Si el expulsivo ha sido complicado, pueden presentar una leve hemorragia en la conjuntiva (parte blanca del ojo), que desaparecerá en pocos días.  Cuando los abra, podrás observar que tienen un color gris o azulado, pero la pigmentación completa del iris no se alcanzará hasta los 3 o los 6 meses, por lo que no podrás saber cuál será su coloración real hasta ese momento.
Su nariz o sus orejas pueden aparecer deformadas o dobladas, debido a la postura que tuviese en el útero materno. Con el paso de los días, recuperarán su aspecto original.
Su boca puede presentar las llamadas Perlas de Epstein,  que se sitúan sobre todo en el paladar o sobre las encías, pareciendo futuros dientes que están por salir. Son muy comunes, afectan a cuatro de cada cinco niños. Son bultitos blancos de entre 1 y 3 milímetros, que están llenos de proteínas. Es una afección que no produce dolor y es totalemente benigna, no requiere tratamiento. Es la variante del millium facial del que te hablábamos más arriba.



Ahora que ya conoces cómo puede ser el aspecto normal de tu bebé tras el nacimiento, esperamos que puedas disfrutar de ese momento tan importante con total tranquilidad. Porque, sin duda, lo recordarás durante el resto de tu vida.