Blog creado por neonatólogos y enfermeras de la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

lunes, 18 de febrero de 2019

¿POR QUÉ INGRESA UN RECIÉN NACIDO EN UNA UNIDAD NEONATAL?




Todas las madres sueñan con un parto perfecto y un bebé sano del que no tener que separarse en ningún momento. Desgraciadamente, no siempre es así. En este post te contamos cuáles son las causas más frecuentes por las que un recién nacido debe ingresar en una unidad neonatal. Hay muchísimas causas más por las que un recién nacido debería ingresar pero nos vamos a limitar a las más frecuentes. Además ten en cuenta que cada hospital o centro tiene su propio protocolo y que no todos los niños son iguales ni pueden valorarse de la misma manera, por lo que en esta entrada simplemente intentamos que te hagas una idea de por qué hay razones que hacen que el ingreso de un recién nacido sea algo inevitable.

  1. Prematuridad: Una de las causas más frecuentes de ingreso es el nacimiento antes de la semana 37 de gestación. Al ser de vital importancia que madre y recién nacido permanezcan juntos el mayor tiempo posible, la tendencia es a ingresar cuando nacen antes de la semana 36, quedando en vigilancia especial en la planta de maternidad los nacidos entre la semana 36 y la 37.
  2. Bajo peso: Aunque se intenta valorar individualmente cada situación, por lo general los menores de 2,200g, independientemente de la edad gestacional a la que nazcan, requieren una atención más estrecha, por lo que suelen ser ingresados en la unidad de neonatos. Del mismo modo también los recién nacido con un peso elevado (mayor de 4,200-4,300 gr )suelen ingresar.
  3. pH bajo o acidosis perinatal: Existe un indicador del estado del feto durante los momentos que rodean al parto. Es el pH. Conocemos ese dato recogiendo una muestra de sangre de cordón umbilical cuando el bebé nace. Si es un valor muy bajo, generalmente inferior a 7.10, el recién nacido debería ingresar para valorar que todos sus sistemas funcionan perfectamente. Es lo que hoy se llama “pérdida de bienestar fetal”.
  4. Test de Apgar desfavorable: Este test que se realiza a los recién nacidos en los primeros minutos de vida, merece una entrada por sí mismo. Aquí simplemente aclararemos que se trata de un “examen” que valora la adaptación del neonato a la vida extrauterina. Si “suspende”, generalmente hablamos de un resultado inferior a 7 a los 5 minutos de vida, lo más probable es que ingrese en la unidad de neonatología.
  5. Diabetes mellitus materna tratada con insulina, ya sea propiamente gestacional o anterior a la gestación. El recién nacido sufre una deprivación repentina del aporte de glucosa que recibía a través del cordón umbilical. En el caso de los hijos de madre diabética, tienen mayor riesgo de padecer bajadas de azúcar (hipoglucemias) en las primeras horas de vida, por lo que deben estar perfectamente monitorizados en una unidad neonatal. Por lo general son bebés grandes, algunos de ellos llegan incluso a superar los 4 kg de peso.
  6. Dificultad respiratoria inmediata: Es una de las causas más frecuentes de ingreso neonatal. Hace referencia a la dificultad respiratoria del bebé en los primeros momentos de vida extrauterina. Las causas pueden ser múltiples, pero si el recién nacido lo sufre, debe estar estrechamente vigilado en una unidad neonatal, para valorar la necesidad de oxígeno u otra terapia de asistencia respiratoria que asegure su bienestar respiratorio. Si tu bebé muestra un “quejido” cada vez que respira, o ves que los orificios de su nariz se abren y cierran, es posible que esté respirando con dificultad. Muchas veces se resuelve en poco tiempo y otras requiere de actuaciones inmediatas, pero siempre ha de ser valorado por un neonatólogo. Para evitarlo, entre los factores más importantes está que el recién nacido no pierda calor (hablamos de un niño nacido después de la semana 37 de embarazo, puesto que es algo que la dificultad respiratoria es más frecuente en el recién nacido prematuro).
  7. Malformaciones congénitas: Si bien ésta afortunadamente no es una causa frecuente, es lógico pensar que un recién nacido con alguna malformación externa o interna (diagnosticada o no intraútero) deba ser ingresado para completar un estudio a fondo para descartar la presencia de cualquier otra malformación asociada.
  8. Ictericia neonatal: Si bien es una patología que no requiere un ingreso inmediato tras el nacimiento, la mayoría de los niños con valores elevados de bilirrubina precisan el ingreso dentro de los 3 primeros días de vida, por lo que hemos decidido incluirla en este post. El mecanismo que desencadena este proceso es algo complicado, pero es fácil entender que el hígado inmaduro de los recién nacidos favorece este aumento de bilirrubina. Lo más importante es que sepas valorar si tu hijo está comenzando a tener esa coloración amarilla, que comienza por la cabeza y se va extendiendo hacia los pies de manera gradual. Las mucosas también se tiñen, por lo que es fácil verlo en la conjuntiva ocular, la parte blanca de los ojos, que también adquiere una coloración amarillenta, e incluso en su paladar si tu bebé lo sufriese.

Esperamos que esta entrada haya sido capaz de resolver tus dudas con respecto a las razones por las que tu futuro bebé podría ingresar en una unidad de neonatología. Si esto ocurriese, no dudes en comentarle a tu pediatra todas las dudas que te puedan surgir, porque cada situación es individual y como tal debe ser tratada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario